

Especialidades: Infiltraciones
LA INFILTRACIÓN ES UNA TÉCNICA TERAPÉUTICA MUY EFICAZ Y NO DOLOROSA.
IMPORTANTE: CORRECTO DIAGNÓSTICO DE LA PATOLOGÍA Y CORRECTA TÉCNICA DE INFILTRACIÓN
La administración local intraarticular o en tejidos blandos de fármacos, sustancias químicas o radioisótopos es una de las modalidades terapéuticas de las enfermedades reumáticas, que produce en general un gran alivio de la sintomatología, con escasos efectos secundarios, y es en muchos de los casos el tratamiento de elección, fundamentalmente en procesos inflamatorios de tejidos blandos.
Existen diferentes motivos que justifican la realización de infiltraciones, entre los que podríamos destacar:
- La técnica es sencilla.
- Mayor accesibilidad para los pacientes respecto a la atención especializada.
- Resultados clínicos muy favorables y a corto plazo.
- Muy raras complicaciones.
- Indicaciones generales de la infiltración con Corticoides
- Patología inflamatoria monofocal u oligofocal articular o de tejidos blandos.
- Patología inflamatoria polifocal, pero con mayor severidad monofocal u oligofocal.
- Insuficiencia del tratamiento farmacológico y/o rehabilitador.
- Cuando estén contraindicados otros tratamientos.
- Necesidad de recuperación funcional rápida.
Indicaciones para la infiltración intraarticular con glucocorticoides
- Artritis Reumatoide (adulto y juvenil)
- Artropatías por depósito de microcristales (gota y pseudogota)
- Lupus eritematoso sistémico y otras conectivopatías
- Artritis traumática aguda
- Artrosis / Osteoartritis
Indicaciones para la infiltracion periarticular con glucocorticoides
PIE
- Tendinitis aquílea
- Bursitis aquílea
- Bursitis calcánea
- Neuroma de Morton
- Síndrome del túnel del tarso
- Fascitis plantar
- Espolón calcáneo
Esquema terapéutico a seguir
- Reposo relativo
- Medidas locales
- AINES/Analgésicos (5-7 días)
- Valorar infiltración local
Contraindicaciones para la infiltración con glucocorticoides
- Ausencia de diagnóstico preciso.
- Trastornos de la coagulación
- Presencia de infección intraarticular o en tejidos periarticulares, o bien en caso de bacteriemia.
- Infiltraciones previas repetidas ineficaces.
- Reacción adversa medicamentosa en infiltración previa.
- Poliartritis crónica, como la artritis reumatoide con múltiples articulaciones activamente inflamadas.